sábado, 25 de mayo de 2013

El arte de hacer negocios en familia

Bernardo Pavisic es el tercero de seis hermanos y viene de una familia de deportistas y grandes emprendedores. Actualmente es el Gerente General del desafío más grande que ha encarado su familia, el Gran Hotel Cochabamba, uno de los más tradicionales de la llajta, que estuvo fuera de funcionamiento durante casi una década. En esta entrevista con H Bernardo habla de cómo se hace negocios en familia.

¿Cómo comenzaron los negocios de la familia?

Esto nace desde mis abuelos, ellos tenían el famoso café Acuario, que nació en la antigua avenida Perú, después se trasladaron a la calle 25 de Mayo frente al cine Capitol y de ahí nace la idea de hacerse cargo del Club Croata en los años 80, para comenzar a hacer los primeros eventos; se hizo una inversión bastante fuerte construyendo el salón de eventos. Mis abuelos introdujeron el primer bufete de domingo de Cochabamba y de ahí pasamos a la piscina del Club Social, donde la idea era hacer un club deportivo muy grande y popular, pero económicamente fue un fracaso, hasta que hicimos el centro de eventos y funcionó los dos últimos años que teníamos el Club Social en concesión.

¿Cómo se animaron a construir el Centro de Eventos El Campo?

De un día para el otro se dio la oportunidad de comprar el terreno para hacer El Campo. Lo fuimos ampliando y hoy tiene un cómodo salón para 1.300 personas, pero ya lo vendimos. En ese ínterin sale la compra del Hotel Cochabamba, que creo que fue una locura, lo acondicionamos para que sea un hotel de cinco estrellas.

¿Cuándo fue la reinauguración?

Lo compramos el año 2009 y lo pusimos en marcha en tiempo record, porque lo logramos en seis meses, se lo compró en junio y festejamos el año nuevo de ese año con el hotel funcionando. Ahí salió la venta de “El Campo” y la construcción de los nuevos bloques del hotel, tenemos una estructura con 58 nuevas suites, un centro de convenciones que tiene casi la misma capacidad que “El Campo”, tenemos 9 salones más y el proyecto no para.

¿Han buscado mantener el espíritu del Hotel Cochabamba?

Sí, esa es la idea. Si bien las exigencias del cliente corporativo son muchas, se ha tratado de mantener la estructura del hotel y no quitarle todo lo lindo que tenía, esos detalles que hemos tratado de conservar. Aunque las habitaciones son totalmente diferentes y están renovadas con un mobiliario totalmente nuevo y la tecnología que necesitan los clientes.

¿Qué ha sido lo más difícil de la re apertura?

Antes de abrirlo estuvo cerrado durante 8 años, entonces estaba desecho, hemos cambiado pisos, techos, cortinas, prácticamente lo reconstruimos. La whiskería era un cuarto cerrado y ahora se le ha dado amplitud para que tenga ventanas, se ha creado un espacio interesante con la iglesia para que genere luz. El hotel era muy ófrico y se ha hecho un trabajo muy fuerte. Yo creo que se ha hecho un hotel nuevo; del antiguo queda muy poco, quizás el restaurant Carrillón es donde menos reformas se han hecho, también se ha mantenido la fachada y ha nacido Acuario con la idea de mis abuelos, donde era la terraza del hotel. El proyecto no termina aquí, tenemos una cancha de tenis en la terraza, un mini golf, una sala de juegos para niños, el siguiente mes se comienza un spa, un sauna y un gimnasio.

¿Cómo se hace funcionar un negocio en Cochabamba?

Yo creo que primero tiene que ver con lo soñador que es mi padre, entonces todos tenemos ese espíritu. También creo que tenemos la fuerza de la misma gente en Cochabamba, creo que hay muy poca gente que nos desea mal, eso lo sentimos en el “Bolivia Moda”, la gente que no conocía nuestro nuevo salón se alegraba, creo que esa buena vibra ayuda a que nos vaya bien. No le tenemos miedo a la inversión, nosotros nos hemos hecho desde abajo, éramos los primeros garzones del centro de eventos, no le tenemos miedo al trabajo ni al fracaso. Si algún día fracasamos, estamos seguros de que nos vamos a levantar rápido. Somos una familia muy unida, en el trabajo y el deporte, creo que esas virtudes acompañan el crecimiento empresarial, pero en la familia tampoco es relevante lo que se tiene o no. Creo que la virtud de mi padre es que siempre ha dado hasta lo que no tenía, partiendo de la filosofía de que todo lo que das, te lo das a ti mismo.

¿No han tenido problemas COMUNES EN las empresas familiares?

Todavía no, porque en realidad hay el estigma de que las empresas familiares no llegan hasta la tercera generación, nosotros somos la primera o segunda generación con un negocio estable y estamos trabajando en eso, estamos trabajando con políticas familiares para que este tabú del fracaso en las empresas familiares no se produzca, y nuestros hijos y nietos puedan tener este legado.

¿Cuál es la relación entre el deporte y los negocios?

En parte creo que trabajamos como trabajamos gracias al deporte. Tenemos padres deportistas, una filosofía de vida que es el deporte, entonces creo que eso ayuda mucho a que primero seamos buenas personas y sepamos perder y ganar. El deporte no te genera trauma al perder, pierdes y ya estás buscando la revancha al día siguiente, yo que soy Aurorista… lo sé (risas).

Todavía estamos con la administración del Club Olimpic una institución que hace una labor increíble, estamos hablando de más de 400 chicos becados, es algo que nos apasiona y estoy seguro que no vamos a dejar nunca.

PERFIL

Fecha de nacimiento: 12 de noviembre de 1973

Lugar: Cochabamba

Esposa: Luz Marina Canelas

Hijos: Renata y Luciano

Estudió fisioterapia durante un par de años, hizo muchos cursos y estudió en La Habana, Cuba, para ser instructor deportivo.

Aprendió a desenvolverse en la actividad empresarial trabajando en los negocios de su familia. Actualmente se encarga de toda la parte operativa del Gran Hotel Cochabamba, junto a sus hermanos.

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