domingo, 22 de julio de 2012

Quinto, sorpréndase solito.

Un amigo, mientras ofrecíamos una conferencia, contó a manera de testimonio personal que realizando este ejercicio descubrió que él gastaba en refresco, cafecitos y somó, de los cuales se declaró muy afecto, la misma cantidad de dinero que toda la familia en transporte.
 Era obvio dónde realizar los ajustes, al cabo de unos meses, no existía más déficit en el presupuesto familiar. En finanzas decimos que hay que cuidar los centavos por que losmillones se cuidan solos.

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