lunes, 9 de julio de 2012

Por ejemplo:

Una pareja cuya relación se va formalizando puede empezar a planificar para la boda, la vivienda, los muebles y electrodomésticos. 
Después de casados, tendrán que aprender a ponerse de acuerdo sobre el control de los gastos y realizar un presupuesto en pareja. 
Puede empezar a planificar para la llegada del primer bebé, la compra de un vehículo, la compra de una casa, la educación de los hijos, los estudios universitarios tanto de los hijos como de la pareja misma. Pueden también planificar para afrontar los imprevistos. 
Este es un tema muchas veces olvidado y cuando nos enfrentamos ante alguna enfermedad o un accidente grave por lo general recurrimos a préstamos para poder cubrir dichos costos. 
A medida que maduramos y envejecemos tendremos que pensar en la jubilación, en la herencia que vamos a dejar a nuestros herederos y también en cómo podremos afrontar la muerte. 
Como hijos, si tenemos padres de la tercera edad, tendremos que planificar algún modo de ayuda y también debemos estar preparados para su partida.

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