domingo, 17 de septiembre de 2006

CASO FINSA LA GRAN ESTAFA EN BOLIVIA


Foto: Los Hermanos Arevalo tras recuperar su liertad el 99
Revisando mis periodicos y revistas de años anteriores, me encontre con esta nota del desaparecido periodico Ultima Hora, el domingo 26 de noviembre de 1999, en su Suplemento Semana. Una de las Mayores estafas que se hicieron en Bolivia, y que hasta el momento aun no han sido esclarecidas.



A fines de los años 80, cuando en el país empezaron a ser aplicados los reajustes económicos de filosofía neoliberal, había un clima ideal para el surgimiento de las financieras al margen de las reglas de juego establecidas por el sistema financiero. Miles de relocalizados mineros, despedidos por el ultimo gobierno movimientista de Paz Estensoro, llegaron a Cochabamba ilusionados con invertir sus pequeños ahorros, frutos de la indemnización de muchos años de trabajo, en alguna actividad que les permita sobrevivir,

Un anzuelo eficaz
No solo los relocalizados, sino también muchos ciudadanos proclives a la codicia y la vida fácil mordieron el anzuelo astutamente tendido: FINSA pagaba intereses inusuales, que podían permitir incluso diversiones de fin de semana. De hecho, el dinero que circulaba de esta forma dinamizo la economía regional dando vida a restaurantes, transportes y otros servicios. Tentados por los jugosos intereses, hubo quienes vendieron sus casas y otras propiedades para depositar en FINSA y otras inmobiliarias menores que surgieron por la misma época. Los prestamistas con mayor olfato, aquellos que empezaron a desconfiar de la generosidad de los milagros del santo, retiraron a tiempo sus fondos, pero la gran mayoría no pudo salvarse del sismo y solo recupero mínima parte y en muchos otros casos perdió “soga y cabrito”. Luego de la bonanza y la alegría vino la pesadilla, el llanto y la violencia familiar entre cónyuges que se acusaban mutuamente de ser los culpables del problema.

Una gran Orgia
Sin embargo, la parranda mayor, una verdadera orgía, estuvo protagonizada por los hermanos Arévalo, jefaturizados por Nelson y su numerosa corte de colaboradores y adulones. La historia de la estafa tiene todos los ingredientes de un buen culebron televisivo o una novela de intriga y drama. Hay estafa premeditada, sexo, poder político entre bambalinas, megalomanía e incluso trafico de drogas. Todo matizado, como remate, por el asesinato de Nelson Arévalo, que hasta la fecha no ha sido esclarecido, y por un atentado que casi le costo la vida a Wilson García Mérida, el periodista cochabambino que había empezado a indagar a fondo a las inmobiliarias. Los hermanos Arévalo solían visitar los mejores restaurantes y lenocinios de Cochabamba, rodeados de sus guardaespaldas y grupos musicales. A propósito, el periodista Ramiro Julio Crespo apunto que "el asesinato de Arevalo fue el corolario tragico de un estafador audaz, iletrado e irresponsable, que durante tres anos llevo una vida de magnate griego derrochando de una manera estrafalaria el dinero ajeno, junto a sus hermanos Eddy y Carlos, padres, amantes, administradores y adulones, haciendo evaporar en total 56 millones de dolres y sumiendo en la negra desesperación a quienes tuvieron la desgracia de empozar su dinero en las oficinas de lo que pomposamente se denominaba “Firma integral de servicions Arevalo”, FINSA.

La mafia movimientista
Pero la percepción de muchos estafados hizo también ver que detrás de todo estaba la mano de lo que en esos días la prensa califico como "la mafia movimientista".

En efecto, Nelson Arévalo dio sus primeros pasos de estafador de la mano de sus padrinos políticos. A mediados de 1988 empezó a copiar una receta aplicada en años anteriores por Fredy Fernandez Fuentes, propietario de Multiactiva. Su paso en el ultimo gobierno del MNR, como director de FOMO, además de jefe de las juventudes del MNR, le permitió capitalizarse para iniciar una empresa aventurera que luego iba a costarle la vida.

Se hablo de que los movimientistas eran "socios estratégicos" de Arévalo y que habían aprovechado su ingenuidad para prometerle un brillante futuro político. Un testimonio revelador, realizado por Liliana Adriazola de Villalpando, amante de Nelson Arévalo, denuncio que los movimientistas se beneficiaron con una coima de 300 mil dólares recaudados de todas las inmobiliarias. Las declaraciones de Liliana Adriazola estan en un impresionante legajo de 522 paginas de diligencias de Policía Judicial, depositadas en el Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal. Entre los principales dirigentes movimientistas involucrados esta Franklin Anava y el comediante Alberto Gasser actual candidato del MNR a la alcaldía de Cochabamba.

El mismo Arévalo grabo conversaciones telefónicas confidenciales con "Panka" Anaya, que insinúan y revelan un trasfondo siniestro y a todas luces corrupto. Por si esto fuera poco, el partido liderizado por Gonzalo Sánchez de Lozada, en su desesperación de captar votos durante las elecciones presidenciales de 1992, prometió a los prestamistas estafados la devolución total de sus dineros. La oferta jamás se cumplió, al igual que la promesa de crear 500 mil empleos, dando lugar a un nuevo y profundo desengaño.

iAsesinato o suicidio?
En la madrugada del lunes 30 de septiembre de 1991, fue encontrado el cuerpo sin vida de Nelson Arévalo, en el asiento trasero de su jeep Suzuki, placa 507, estacionado en la Plaza Constitución de la ciudad de Cochabamba. Tenia muestras de haber sido esposado. Un balazo a quemarropa le había ingresado por la oreja derecha, destrozándole todo el cráneo. El suceso fue la comidilla de todos los medios de comunicacion y los corrillos callejeros y familiares, elevando el tono de suspense y drama que ya caracterizaban el cierre fraudulento de FINSA y el pánico colectivo que genero. La policía planteo la tesis del "homicidio-suicidio". Arévalo habría planeado y pagado su muerte a manos de uno de sus guardaespaldas. Es cierto que el principal protagonista de la estafa andaba en aquellos sus últimos días muy angustiado y entregado a la bebida, pero nadie creyó en la tesis policial, viniendo como vino, además, de una institución muy desprestigiada. Su amante y secretaria perso¬nal, la ya citada Liliana Adriazola, también dijo que Nelson Arevalo no descartaba la posibilidad de autoeliminarse al verse atrapado en un callejón sin salida.
Lo cierto, al final, es que la muerte de Arevalo no fue esclarecida y quizá nunca lo sea por aquel principio que los mismos policías repiten: "Tiempo que pasa, verdad que huye".

Donde están los 56 millones de dólares?
El anuncio de la inminente libertad de los hermanos Eddy y Carlos Arévalo reactualiza la gran estafa y al mismo tiempo replantea la pregunta sobre cual fue el destine de una fortuna evaluada en 56 millones de dólares, acumulada gracias a los dineros de miles de prestamistas.

Fueron depositados en bancos del extranjero? Porque el sentido común hace suponer que semejante capital no pudo haber sido derrochado ni aun por los excesos béquicos y orgiásticos que hacían los hermanos Arévalo, a vista y paciencia de los mismos prestamistas.
En una actitud de "mea culpa", Eddy y Carlos se convirtieron en "hermanos de una secta evangélica aunque fue un secreto voces en Cochabamba sus frecuentes salidas de la cárcel de San Antonio, con el permiso generoso y solidario de sus carceleros, para ir y divertirse en fiestas a puertas cerradas.

Los prestamistas mas ingenuos, que todavía acarician la esperanza de recuperar sus ahorros, se preguntan por que los hermanos Arévalo, si se han convertido a un sincero cristianismo, no confiesan por fin donde están los dineros estafados.

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